EL ROMANTICISMO
Johan Wolfgang Goethe (1749-1832)
*Una corriente que rechazó los preceptos de orden, calma y racionalidad de la época clásica y neoclásica de fines del siglo XVIII.
*Exaltaba la belleza y los ideales
*Buscaba escapar de la realidad inmediata que lo abrumaba y lo angustiaba.
*El carácter onírico.
*El genio incomprendido.
*El individualismo.
*La nostalgia por el pasado.
*El Nacionalismo.
*La naturaleza.
*Lo sublime.
*La subjetividad.
Los exponentes del romanticismo en el Perú fueron:
*Carlos Augusto Salaverry
*Ricardo Palma
*Manuel Nicolás Corpancho
*José Arnaldo Márquez
*Luis Benjamín Cisneros
*Pedro Paz Soldán y Unanue (Juan de Arona).
Fue éste un período decisivo, ya que en él se produjo un cambio radical en su orientación poética. Frecuentó los círculos literarios y artísticos del Sturm und Drang, germen del primer Romanticismo y conoció al escritor y filósofo Johann Gottfried Herder, quien lo invitó a descubrir a Homero, Shakespeare, Ossian y la poesía popular.
Fruto de estas influencias, Goethe abandonó definitivamente el estilo rococó de sus comienzos y escribió varias obras que iniciaban una nueva poética, entre ellas Canciones de Sesenheim, poesías líricas de tono sencillo y espontáneo, y Sobre la arquitectura alemana (1773), himno en prosa dedicado al arquitecto de la catedral de Estrasburgo, y que inaugura el culto al genio.
En 1772 se trasladó a Wetzlar, sede del Tribunal Imperial, donde conoció a Charlotte Buff, prometida de su amigo Kestner, de la cual se prendó. Esta pasión frustrada inspiró su primera novela, Los sufrimientos del joven Werther, obra que causó furor en toda Europa y que constituyó la novela paradigmática del nuevo movimiento que estaba naciendo en Alemania, el Romanticismo.
De vuelta en Frankfurt, escribió algunos dramas teatrales menores e inició la composición de su obra más ambiciosa, Fausto, en la que trabajaría hasta su muerte; en ella, la recreación del mito literario del pacto del sabio con el diablo sirve a una amplia alegoría de la humanidad, en la cual se refleja la transición del autor desde el Romanticismo hasta el personal clasicismo de su última etapa.
En 1774, aún en Frankfurt, anunció su compromiso matrimonial con Lili Schönemann, aunque rompió el noviazgo dos años más tarde; tras aceptar el puesto de consejero del duque Carlos Augusto, se trasladó a Weimar, donde estableció definitivamente su residencia. Empezó entonces una brillante carrera política (llegó a ser ministro de Finanzas en 1782), al tiempo que se interesaba también por la investigación científica.
La actividad política y su amistad con una dama de la corte, Charlotte von Stein, influyeron en una nueva evolución literaria que le llevó a escribir obras más clásicas y serenas, abandonando los postulados individualistas y románticos del Sturm und Drang. En esa época empezó a escribir Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister (1795), novela de formación que influiría notablemente en la literatura alemana posterior.
En 1786 abandonó Weimar y la corte para realizar su sueño de juventud, viajar a Italia, el país donde mejor podía explorar su fascinación por el mundo clásico. De nuevo en Weimar, tras pasar dos años en Roma, siguió al duque en las batallas prusianas contra Francia, experiencia que recogió en Campaña de Francia (1822). Poco después, en 1794, entabló una fecunda amistad con Schiller, con años de rica colaboración entre ambos. Sus obligaciones con el duque cesaron (tan sólo quedó a cargo de la dirección del teatro de Weimar), y se dedicó casi por entero a la literatura y a la redacción de obras científicas.
La muerte de Schiller, en 1805, y una grave enfermedad, hicieron de Goethe un personaje cada vez más encerrado en sí mismo y atento únicamente a su obra. En 1806 se casó con Christiane Vulpius, con la que ya había tenido cinco hijos. En 1808 se publicó Fausto y un año más tarde apareció Las afinidades electivas, novela psicológica sobre la vida conyugal y que se dice inspirada por su amor a Minna Herzlieb. Movido por sus recuerdos, inició su obra más autobiográfica, Poesía y verdad (1811-1831), a la que dedicó los últimos años de su vida, junto con la segunda parte de Fausto.
Atormentado por sus lamentos cree que hora de partir al más allá, solo Wagner le da aliento para seguir viviendo. Finalmente, decide poner fin a su vida y hace preparar un pócima para beber, instantes en los cuales empiezan a sonar las campanas de las Pascuas, Fausto y Wagner salen corriendo de la habitación a ver ese jubileo, olvidó por un instante su muerte, al retornar a su cuarto son seguidos por un perro poco familiar para ellos; de pronto, el animal se hincha y arde en llamas, aparece una persona de la luminosidad del fuego, era Mefistófeles, el demonio, quien había visto sufrir a Fausto, le ofrece un trato: “hacerle gozar de la vida a cambio de su alma”. Fausto acepta.
Fausto por designio de Mefistófeles se dirige donde una bruja y bebe un preparado que lo convierte en un joven apuesto, se iniciará su nueva vida.
Enamora a Margarita quien cede a sus encantos, luego se burla de ella; ante tamaña afrenta su hermano Valentín sale a su encuentro, por los poderes del demonio, Fausto da muerte a Valentín y se olvida de ella, Margarita tenía un pasado oscuro, se le acusaba de filicida y parricida.
Fausto cansado de tantos contratiempos, Mefistófeles decide llevarlo a las entrañas de la Tierra, evocan a Paris y Helena. Fausto se enamora de Helena y tienen un hijo con ella llamado Euforión, parece que la dicha le sonríe a Fausto, pero la desgracia lo persigue, su hijo muere por una caída y Helena desaparece.
Fausto sube a la Tierra, ayuda al Rey en una guerra, éste lo premia dándole un territorio provincial, se convierte en rico y poderoso, mas no es feliz.
En el ocaso de su existencia aparece Mefistófeles quien venía por su parte del trato, Fausto muy acabado y casi ciego no pone obstáculos a Satanás, pero no puede llevarse su alma, desde el momento de su nueva existencia Fausto no había obrado mal, su alma tampoco, no le pertenecía a Mefistófeles, pero sí a los espíritus celestiales que lo acompañaron en su travesía final.
Wagner: Discípulo de Fausto.
Mefistófeles: Quien encarna al demonio.
Margarita: Bella mujer de quien se enamora Fausto.
Valentín: Hermano de Margarita.
Helena: Mítica mujer griega.
Euforión: Hijo de Helena y Fausto.
Lo más destacable es la forma epistolar de la obra, ya que nos permite observar cómo según las vivencias de cada día el alma de Werther vira en un rumbo distinto. A veces más esperanzada, otras enamorada, otras combativa, aunque finalmente desemboque en un fatal desenlace.
Respecto a la amada, Carlota, considero que está bien reflejada como un personaje maternal hacia sus hermanos menores, que permanece fiel a su prometido Alberto y que en todo momento manifiesta a Werther una simpatía que no va más allá de la amistad durante casi toda la obra. Así todo, al final de ésta podemos entrever que la llama del amor se ha avivado también en ella aunque la intente mitigar en pos de la estabilidad y de las convenciones morales que la sociedad le impone.
En conclusión, Werther y su protagonista son un auténtico paradigma del romanticismo, y se trata de una obra que merece la pena paladear.
Opino que eso no es amor, seria obsesión porque si fuera un amor sano no te llevaría a eso.
Y de las personas que decidieron hacerlo, lo lamento mucho, porque para llegar a ese punto es porque se sintieron muy solos y no encontraron otra solución, creo que ellos necesitaban sentir que había alguien ahí para ellos, para ayudarlos.
12. Haz una carta de amor donde se expreses tus sentimientos hacia la vida o el amor.
Nada de lo que vivimos fue malo, pero cuando comienzo a recordar, me viene todo a la mente, todas las veces que me hizo reír, las veces que se enojaba y su insoportable pero hermosa forma de ser, las veces que dejábamos de hablar y me hacia extrañarlo, cuando llore por pensar que nunca podría tenerlo en mi vida, las eterna y mas lindas madrugadas y días que pasábamos hablando y no había excusa para dejar de escribirnos, sus audios y esa voz inolvidable, las peleas bobas que tuvimos, el primer hola, recuerdo todas esas veces que te necesite y vos estabas ahí, y ni siquiera necesitaba contarte que estaba mal, era cuestión de un mensaje tu yo y perderme en ese chat con una sonrisa de oreja a oreja, la vez que me dedicaste esa canción que hasta el día de hoy sigue siendo demasiado especial para mi, ese primer te quiero que me volvió loca, imagínate el primer te amo, para ese instante ya había perdidototalmente la cordura por vos; lamentablemente nunca pude decirte todo esto en la cara, pero que no quede duda de que si tengo la oportunidad de hacerlo, lo haría sin pensarlo.Hoy ya nada es como antes, pero aun así te sigo queriendo, te sigo extrañando como el primer día en que te lo dije, y sigo teniendo las mismas ganas y esperanzas de encontrarte y darte ese abrazo que tanto necesito; también quiero que sepas que por mas que vos odies, yo siempre voy a estar dispuesta escucharte cuando mas lo necesites, a eso me refiero en tus malos momentos creo que ahí es cuando mas necesitas de la presencia de la gente que de verdad te quiere. De verdad que siempre vas a tener un espacio en mi vida quieras o no, y espero que estés excelemente bien, gracias.
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